Últimamente estamos volviendo a ver como los medios de comunicación han vuelto, mandados por el oficialismo, a inocular el virus neuronal de la pandemia de la covid.
Es curioso que tengan tanto celo en contarnos la existencia de una enfermedad que según ellos mismos es realmente leve aunque contagiosa, para al final decirnos que las personas de edad y con patologías tendrán que vacunarse este otoño de la covid, como lo vienen haciendo de la gripe, por cierto algo que lo vengo diciendo que harían desde el final del 2020.
El oficialismo, en vez de reconocer su fracaso con la pandemia, quiere enmascarar el mismo siguiendo el libreto que se instauró en la época pandémica, pero edulcorándolo con que este virus es semejante al de la gripe y, que el protocolo, al igual que con la gripe, es la vacunación de las personas mayores con patologías, cuando lo que precisamente se ha demostrado es que la respuesta auto inmune de esas personas mayores les lleva a problemas serios de salud e incluso al fallecimiento.
También es de resaltar que la pandemia de la covid fue una pandemia de test de PCR, lo que llevó a la población a que la pandemia real fuese la neuronal, y, precisamente, ahora lo confirmamos cuando la gente, con un verano con grandes diferencias de temperatura, donde los catarros y resfriados son algo común, ha vuelto a hacerse los test de antígenos durante estas vacaciones, lo cual confirma que la pandemia neuronal sigue entre nosotros; cuando además esos test estaban preparados para variantes anteriores, y no para la actual, cuando esos test van a dar positivo en la mayoría de esos catarros y resfriados estivales, demostrando que el virus sigue siendo neuronal más que de respiratorio.
Yo les preguntaría a esa población abducida con el virus de la covid, ¿cuál es la razón para que en años anteriores al 2020, considerasen normal esos catarros y resfriados, y, en ningún momento iban a as farmacias a hacerse el test de la gripe?. Blanco y en botella, el virus es neuronal.
Pero como he comentado antes, son el oficialismo, con sus medios de comunicación como tanques de inoculación de ese virus neuronal, los profesionales sanitarios de la medicina, que ya nos vienen diciendo que habrá que ponerse la vacuna de la covid como se pone la de la gripe en el sector de población de más edad, o bien pediatras que nos dicen que a los pequeños les van a poner la de la gripe, cuando nunca se les ha puesto.
Señores profesionales sanitarios, dejen de seguir con este relato fracasado, reconozcan que sus protocolos no sirvieron para nada, más bien fueron perjudiciales y realicen su profesión, si todavía les queda algo de saber, como siempre se ha llevado a cabo en la medicina, que no hace falta recordarles, que los primero son la sintomatología del paciente y actuar cuando esta es grave, y, no volver loca a la población con una enfermedad que ustedes mismos están reconociendo que no reviste gravedad, pero eso sí, que procede darse la vacuna. ¿Es que realmente su interés está en lo crematístico o en la salud pública?
Otro sector profesional que nos ha demostrado su falta de profesionalidad es el farmacéutico diciendo a la población que recomiendan, ante estos catarros y resfriados, que para su seguridad en las vacaciones, se hagan los test de antígenos y si tienen síntomas que vuelvan a la mascarilla. Y yo les pregunto, ¿es que los test de antígenos (que por cierto los tienen almacenados desde prácticamente el año pasado), les va a curar esa sintomatología leve por hacérselos?, ¿es que serán efectivos esos test preparados para variantes pasadas?.
La realidad, señores profesionales de la Farmacia, es que esto no va de salud pública, esto va de puro interés económico.
Y por encima de todo este espectro profesional están los políticos, que hasta el momento, no han sido capaces de reconocer sus errores, pero claro, ellos están muy preocupados con ocupar poltronas para consolidar su funcionariado de “alto standing”, dejando nuevamente que los tanques de inoculación como son los medios de comunicación les hagan la labor, que para eso reciben subvenciones, lo cual nos da también el índice de la poca profesionalidad de estos profesionales de la comunicación.
Bilbo a 10 de agosto de 2023
Jon Ander Etxebarria Garate